Comedor

EL COMEDOR
quizá uno de los más grandes en el que me he sentado
y uno de los más violentos a los que he resistido.

Un espacio en donde rondan los imaginarios de reunión,
de discusión,
de silencios,
de heridas,
de amores.

Este es de 6 puestos
que casi nunca se llenan en sus almuerzos y cenas
como máximo 2 o 3,
si el tercero soporta y maneja su voltaje.
Yo ya no soy esa tercera.

Conversaciones,
cuestionamientos,
afirmaciones ...
se atraviesan mientras tragas
y te van traspasando el cuerpo

- por qué no te defendiste -
- son ignorantes las mujeres que se dejan pegar -
 

A mediados del 2002 terminaba una relación violenta con mi primer pareja,
quien en su primer acto de violencia
agarra el cuchillo de cocina de mi abuela,
aprovechando que solo estábamos lxs dos
para apretármelo por todo el cuerpo
cuestionándome por qué no queria tener sexo son él.

De allí en adelante,
su listado fue creciendo.
Al que me defendí como pude,
como sabía sin saber,
pensando que algo de culpa tenía,
pensando que quizá podía ayudarle,
creyéndole que siempre esa iba a ser su ultima vez.

Me defendí como pude,
con las pocas herramientas que tenia,
con el poco acompañamiento que me brindaron,
porque tuve que responder con violencia para que me dejara en paz,
porque tuve que seguir viéndolo rondar por donde estudiaba,
porque tuve que escuchar frases como - usted sabe como son las mujeres -
porque a la que cuestionaron
fue a mí. 

Ahora se nombra lo innombrable,
porque ya desnaturalizamos lo que asumíamos tan natural
porque ya no nos callamos más
porque acá estamos
y nos acompañamos para seguir en pie de lucha.